LA OSCARIZACION DE OLGA Y LA OLGUIZACION DE OSCAR Oscar y Olga

Eres, Antonio, “el Caño”; y ahora que cumples 25 hacemos un rápido repaso. Fuiste cura del Centro Juvenil Estrecho y compartimos contigo unos cuantos años como catequistas (hasta aquella Pascua en Arévalo en 1994 de la que hablaba Félix). Después acompañaste a nuestra comunidad Sal y Luz (que nadie sabe cuándo comenzó realmente), pero de la que fuiste sembrador y buen pastor, y aún lo sigues siendo. Compartiste con nosotros el nacimiento de nuestro amor y nos acompañaste durante nuestros años de noviazgo, presenciando la oscarización de olga y la olgarización de óscar. Fuiste hasta compañero de claustro y diste los primeros consejos a un Óscar que se estrenaba como profesor salesiano. Nos consolaste y diste calor, cuando Carlitos murió y se nos quedó el alma rota. Y nunca nos juzgaste, sólo estuviste cerca acompañándonos en el sentimiento. Bendijiste nuestra casa cuando la compramos, y cenaste en ella más de una vez ayudándonos a prepararnos para el matrimonio. Luego nos casaste, pues claro, y seguiste ya fuera de Estrecho a nuestro lado (sobre todo porque Tatá Yoli y nuestra amiga María se encargan de amarrarte cerca y mantenerte al día). Y como nuestro amor sólo podía dar fruto, vinieron Javi , David  y ahora Manuel (no acertamos con las niñas), y seguiste siendo testigo de nuestras vidas.
Casaste a un hermano y eres ya conocido en El Recuenco como el amigo que además es cura. (sobre todo a mi tio Amado, con el que estuviste una tarde de toros con sus amigotes de botellines.... contando sus historias, historietas, chistes verdes)
Y los dos últimos años,  de Pascua familiar en las Torcas… Y puntos suspensivos porque aún nos queda mucho por vivir…

Y siempre sin decir una voz más alta que otra, cerquita aunque estés lejos (a una llamada de teléfono), disponible las 24h del día, acompañándonos, haciéndonos sentir queridos salesianamente hablando.

Gracias, Antonio, que Dios te bendiga!

Óscar y Olga