Hola Antonio, nos acordamos siempre del día que te invitamos a cenar para que nos dieras razones por las que casarnos... si es por el resultado, cumpliste con tu labor de cura al 100%, nos ayudaste a encontrar las razones por las que dar el paso y darle su importancia y, como siempre, acompañando sin dar soluciones... y fíjate, años después estamos dando los cursos prematrimoniales.
Desde entonces empezaste a formar parte de nuestra vida como amigo y así te sentimos. Nos has puesto a Dios muy cerquita, con las misas de 7, con tu acompañamiento en las Comunidades y con tu presencia en los grandes momentos de nuestra vida.
Deseamos seguir compartiendo contigo este camino, seguir cada año celebrando la Pascua y la resurección y la ilusión de seguir construyendo su Reino.
Damos gracias a Dios por ti, por tu vocación, y por haberte puesto en nuestro camino.
Te queremos mucho
Irene, Lupe, Arancha y Javi
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